1. Lavado a mano o en lavadora en ciclo suave con agua fría:
Para mantener la calidad del saquito, se recomienda lavarlo a mano o en la lavadora en un ciclo suave con agua fría. El agua fría ayuda a preservar las fibras naturales del algodón. Además, Lava el saquito en una carga completa de ropa y no solo, esto ayudará a evitar que se dañe o deforme al golpearse durante el ciclo de lavado y el de centrifugado.
Recuerda lavar siempre con los cierres completamente cerrados. Si es un saquito con mangas o con pies, recomendamos removerlos y lavar por separado para evitar que se enganchen y los botones/cierres puedan sufrir daños.
2. Centrifugado suave:
Usa un centrifugado suave para evitar que el saquito se deforme o se dañe. Esto es especialmente importante para mantener su estructura y suavidad.
3. Secado al aire:
Después de lavar, coloca el saquito en posición horizontal para secarlo, sin exponerlo directamente al sol ni usar secadora. La tela de algodón es sensible a las altas temperaturas y puede encoger si se expone a ellas.
4. No usar cloro ni detergentes abrasivos:
Evita el uso de productos químicos agresivos, como el cloro o detergentes abrasivos, ya que pueden afectar la suavidad del algodón y la piel sensible de tu bebé.
5. Planchado solo si es necesario:
Si es necesario planchar, hazlo a baja o media temperatura para eliminar las arrugas y asegurándote de que Tu Saquito esté completamente seco antes. Se recomienda no planchar los saquitos con TOG 2.5 y 3.5 debido a su relleno de poliéster, ya que el calor puede dañar el material.
Siguiendo estos consejos, podrás mantener tu saquito en perfectas condiciones para que dure mucho tiempo y sea cómodo para tu bebé.